Despedidas y reencuentros

Queridos lectores,

De la misma manera que todo lo que sube baja, todo lo que empieza acaba; y nuestro periplo por tierras suizas ha llegado hoy a su fin. No os engañaremos: hemos ideado algunos planes para quedarnos en tierra, tales como perder las tarjetas de embarque o lanzar nuestros pasaportes al lago Leman… pero finalmente, hemos desistido. Si no regresamos a casa, ¿cómo vamos a poder volver en el futuro a esta maravillosa ciudad? ¿Qué pasaría con los bailes de 4º ESO de la Gratitud de mañana? ¿Quién va a dar envidia al resto de compis con nuestras aventuras? Era necesario volver, así que ya estamos en casa, tristes porque hemos disfrutado tanto que se nos ha hecho corto pero alegres por poder contar a la vuelta tooooooodo lo que hemos vivido.

El día de hoy ha amanecido tristón como nosotros: cielos grises y amenaza de lluvias. Claro, nos marchamos los españoles y nos llevamos el sol en la mochila con nosotros. Último desayuno en nuestro querido albergue, cierre de equipajes, check out… y ¡ya estábamos fuera! Cogimos nuestro querido tranvía 15 que nos ha llevado a la ONU y Cruz Roja estos días, pero en sentido contrario: Gare Cornavin, estación desde la cual cogemos el tren hacia el aeropuerto. A pesar de que hemos tardado un buen rato en pasar seguridad porque había bastante gente (y se han hecho un lío con mi tarjeta de embarque pensando que era de otra persona) hemos llegado con el tiempo perfecto para comprar los últimos regalitos ¡esperamos que os hayan gustado! He de decir que vuestros hijos son unas auténticas máquinas en el arte de “Duty Free” porque han vuelto con un montón de cosas super chulas. A las profes apenas nos ha dado tiempo para comprar chocolate para los compis del cole… Pero ¿estos chicos? ¡Qué artistas! En menos de media hora habían arrasado en las tiendas. Nos han encantado los rascadores, los peluches, las cajitas de bombones, los imanes… ¡ibamos bien cargados!

El vuelo ha sido traquilo, aunque llegando a España hemos tenido un montón de turbulencias. Parece que había con nosotros un colegio que hacía nuestro mismo plan pero al revés: suizos dirección Madrid; y durante las turbulencias han estado a medio camino entre la risa y el llanto… Nosotros hemos sido mucho más valientes, ¡dónde va a parar! Y a eso de las 14:30 ya estábamos con los pies en territorio español.

No hemos querido dejar el último día sin foto especial. Antes de despedirnos, hemos decidido dejar a la posteridad una última imagen: la de nuestros puños unidos como los de los cinco gigantes que unen sus manos en contra de la guerra. Esta vez, sin embargo, nuestras muñecas muestran un detalle especial. Ayer, las profes quisimos tener un detallito con los mejores compañeros de viaje que se puede tener, y para agradecerles lo bien que se ha portado, lo responsables que han sido y todo lo que hemos disfrutado con ellos… Compramos para todos unas pulseritas de silicona de colores en la tienda de regalitos del CERN. Una de las leyendas grabadas en los brazaletes dice algo así como: “una gran fuerza se enconde en el interior de esta pulsera”, esto es, en el brazo de su portador. Con esa misma fuerza, queremos daros las gracias a todos los que desde el cole y desde casa nos habéis dado la oportunidad de hacer este viaje tan increible, nos habéis seguido desde el blog, nos mandabais cada día mensajes súper cariñosos… Y en definitiva, habéis hecho posible que hayamos podido vivir estos 4 días inolvidables. La primera semana de abril de 2014 será un fecha que recordarmos siempre. MUCHAS GRACIAS A TODOS :)

Cómo no, hoy también hay fotos, las últimas. En ellas os enseñamos un poquito más de nuestro albergue, las compritas en el aeropuerto y las últimas fotos de grupo. La de la despedida del aeropuerto, en cuanto me llegue, la subiré también. Y cuando juntemos las fotos de todos, haremos algún álbum especial; ya os avisaremos. De momento, ahí van las de hoy

https://plus.google.com/photos/102068607203889667662/albums/5998173898429442049

Un beso muy fuerte para todos ¡nos vemos mañana en la Gratitud!

xoxo

P.d: En qué hora mandaría esa notita de voz por el grupo de WhatsApp diciendo a los chicos que se fuesen a su cuarto ya, y que todos rápido a dormir. Ahora no paran de vacilarme e imitarme… ¡Si es que no se puede bajar la guardia ni un segundo!

P.d: El pitorreo no acaban ahí… No sé qué me dicen por WhatsApp de “un pin”, que me va a “rentar mucho”. Pablito dice que si no lo entiendo debería leer más libros, porque como yo bien digo, “todo está ahí, en los libros”. Pablo… que aún queda un trismeste… ¡avisado quedas! ;)